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El pasado viernes entraban en vigor los aranceles que mutuamente se habían puesto Estados Unidos y China. Sin embargo, y dado que la tensión en la guerra comercial entre «Trump y el mundo» se ha suavizado, las bolsas han aprovechado para comenzar con fuerza julio con subidas por encima del 1% e incluso del 2%.

En Estados Unidos, el dato de empleo podría presagiar que tal vez la FED solo sube una vez más los tipos en lo que queda de año.

En renta fija se han producido ligeros descensos en la rentabilidad de la deuda americana y alemana, pero significativas subidas en la de los países periféricos, mientras que la deuda corporativa recuperaba la tendencia alcista.

Los números rojos han empañado una vez más los índices bursátiles tras una semana del tipo «montaña rusa» que se ha movido principalmente por temas políticos, predominando la guerra comercial de Trump frente a otros países y empresas americanas que decidan fabricar fuera, aunque se han visto atemperados por la decisión de permitir invertir a China en tecnológicas con restricciones o por el acuerdo de mínimos de inmigración en la Unión Europea. Se cierra así un trimestre negativo para la mayoría de las bolsas, con descensos superiores al 3% e incluso al 4%.

En renta fija, la deuda de gobierno ha vuelto a servir de refugio y baja su rentabilidad, mientras que los bonos corporativos vuelven a sufrir después de un significativo aumento de los diferenciales de crédito. Por último, en el mercado de divisas el euro se sigue recuperando y se revaloriza frente a las principales monedas.

Tras la recuperación de las anteriores sesiones, sobre todo de la mano de los discursos de los bancos centrales, los mercados bursátiles han vuelto a registrar importantes caídas de la mano de la tensión comercial de Estados Unidos con China y, en menor medida, con Europa y sus actuales socios del NAFTA. Curiosamente, han resultado más perjudicadas las bolsas europeas y asiáticas que las norteamericanas, con el Nasdaq marcando nuevos máximos históricos, aunque el Dow Jones ha registrado ocho sesiones consecutivas de pérdidas.

En renta fija se han producido bajadas en la rentabilidad de los principales países, como Estados Unidos o Alemania, al funcionar como refugio frente a la renta variable, mientras que subían en los periféricos. La deuda corporativa, por su parte, continúa con el movimiento alcista. En cuanto al mercado de divisas, el euro ha comenzado a recuperarse frente a monedas como el dólar, la libra o el yuan.

Mientras que las bolsas asiáticas y las norteamericanas terminaban la semana con subidas superiores al 1% (especialmente del lado tecnológico, que volvía a marcar máximos históricos), la mayoría de las bolsas en Europa cerraron en negativo después de que las aperturas alcistas no consiguieran concretarse al cierre. Además, la inestabilidad italiana y la guerra comercial de Trump contra todos que pretendía escenificar en G7 ha dificultado la evolución de los índices europeos. En renta fija, vuelven las subidas de la rentabilidad de la deuda pública en todos los mercados y la debilidad de la deuda corporativa. Por último, en el mercado de divisas se consolida la recuperación del euro y se revaloriza con fuerza frente a las principales monedas. Con el dólar, por ejemplo, subía un 0,94%.

La semana pasada continuó como había finalizado la anterior, con dificultades para formar gobierno en Italia y con la moción de censura abierta en España. Las bolsas caían de manera importante, lideradas por las periféricas, que veían cómo la rentabilidad de sus bonos se disparaba, especialmente en el caso italiano.

Además, se unía la decisión de la administración Trump de imponer aranceles a la UE, Canadá y Méjico. A partir del miércoles, la cosa cambió, primero con el mantenimiento de los diferenciales en la deuda pública y el fin de la caída de las bolsas y luego con la recuperación de ambas.

Sin embargo, el saldo semanal ha sido negativo en Europa, tanto para la renta variable como para la fija, no así en Estados Unidos, donde la festividad del lunes y el buen dato de paro han ayudado a los números verdes.

La geopolítica ha sido la que ha marcado la agenda bursátil esta semana, en la que la mayoría de los índices terminaban con pérdidas, debido a los problemas en Italia para formar gobierno, a la cancelación de la reunión de Estados Unidos con Corea del Norte y, a última hora, a la presentación de una moción de censura en España.

Estados Unidos ha sido la única bolsa que se salvaba, mientras en Europa la mayoría de los índices dejaban sus ganancias anuales por debajo del 1%.

En renta fija sigue el terremoto en la deuda pública de los periféricos, mientras que en Alemania y Estados Unidos las rentabilidades caían con fuerza.

El buen desempeño bursátil de los últimos tiempos se ha visto empañado por las negociaciones, ya muy avanzadas, para formar un gobierno en Italia claramente anti europeísta. La bolsa italiana ha caído con fuerza y se deja un 2,94% esta semana, contagiando a otras periféricas como la española.

Mientras tanto, la mayoría de índices europeos termina en positivo, liderados por el CAC 40 francés, aunque con un significativo aumento de la volatilidad.

En Estados Unidos, por su parte, también sufrían descensos, aunque en este caso arrastrados por la subida de rentabilidades de la deuda pública, cuyo bono a diez años ha llegado a cotizar por encima del 3,10%. El resto de países también han visto una subida de la rentabilidad, liderada en Europa por Italia y los periféricos. Además, la renta fija corporativa también ha registrado caídas debido al aumento de los diferenciales de crédito.

No ha resultado una semana fácil para la renta variable, ya que han continuado algunos problemas como la ruptura entre Irán e Estados Unidos, la petición de ayuda de Argentina al FMI, las dificultades para formar gobierno en Italia, la subida del precio del petróleo, el dato de inflación en Estados Unidos… Sin embargo, a pesar de todo, los índices vuelven a subir y en Europa ya encadenan siete semanas consecutivas al alza, colocándose prácticamente todos en positivo en 2017. En la renta fija, pocas novedades, con ligeras subidas en la rentabilidad de la deuda pública y pequeñas caídas en los precios de los bonos corporativos. En cuanto al mercado de divisas, sigue la debilidad del euro, aunque parece que ha tocado suelo con el dólar y se aleja del 1,18 dólares por euro que había rebasado.

Aunque no ocurre con todos los índices, las bolsas europeas, en general, suman su sexta semana consecutiva de subidas y ya empieza a ser común ver números verdes en la rentabilidad que llevamos en el año. La tranquilidad geopolítica, aumentada esta semana por el deshielo entre Estados Unidos y Corea del Norte y la publicación de buenos datos macroeconómicos, como el desempleo americano, han ayudado a consolidar la tendencia. En Estados Unidos, por su parte, la semana terminó a la baja al no poder remontar el mal inicio.

En cuanto a la renta fija, vuelven los descensos de rentabilidad de la deuda pública a los principales países, mientras que sube para los periféricos.

Sin hacer mucho ruido, aprovechando la tranquilidad geopolítica y que no ha habido novedades significativas en la publicación de datos macroeconómicos, los índices bursátiles continúan recuperando terreno y, en algunos casos, se encuentran ya más cerca de los máximos de enero que de los mínimos marcados el mes pasado.

En renta fija, la semana ha tenido más movimientos con un incremento de la rentabilidad de la deuda pública en la mayoría de los países. Destaca Estados Unidos, donde su bono a diez años se encuentra bastante cerca de la barrera del 3%. La renta fija corporativa también se ha contagiado y cierra con caídas significativas.

En el mercado de divisas, el euro pierde posiciones, si bien lo más destacado es la caída de la libra (un 1,32% frente al euro), después de que la baja inflación se haya llevado por delante la alzas de los últimos días.