Febrero ha vuelto a ser un buen mes para la renta variable, con subidas en los índices europeos incluso por encima del 4%, con Reino Unido algo más retrasado (+1,5%) debido a sus problemas internos.

En Estados Unidos las revalorizaciones superaban el 3% y se situaban en el 11% de rentabilidad en lo que llevamos de año. Los comienzos han sido dubitativos, ya que la rebaja de las previsiones de crecimiento por parte del FMI, tanto para la economía global como para las europeas y la estadounidense, sembraban las dudas en los mercados y durante unos días las cotizaciones caían ante el temor de una nueva entrada en recesión, o como poco de una desaceleración económica.

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