A pesar de la notable volatilidad experimentada en septiembre, la renta variable ha cerrado el mes con la mayoría de los índices en alza, alcanzando en algunos casos máximos anuales o históricos. Lo más destacado del periodo ha sido la reciente reducción de tipos de interés por parte del BCE, que ha recortado un cuarto de punto, así como el cambio de ciclo en Estados Unidos, que comienza con una bajada de medio punto después de datos macroeconómicos que avisan del control de la inflación y de un cierto estancamiento económico. Otro acontecimiento relevante ha sido la implementación de medidas de estímulo por parte del Banco Popular de China, destinadas a reactivar su economía.
Entradas
Junio mantuvo la tendencia alcista bursátil, si bien hubo bastantes divergencias. El aumento de la inflación, sobre todo en Estados Unidos, y los mensajes desde la FED y en menor medida desde el BCE en donde habla de un adelanto del “tapering”, no consiguieron poner nerviosas a las bolsas, que únicamente se vieron resentidas en momentos en los que la evolución de la variante Delta del Covid 19 alertó de la posibilidad de la vuelta de mayores restricciones en bastantes países. Sin embargo, las subidas no fueron homogéneas, con sectores como el financiero dejándose bastante terreno y con índices en negativo.
Enero ha representado un mes de recuperación para las bolsas mundiales, destacando Estados Unidos, que ha tenido el mejor inicio de los últimos treinta años, con subidas que van desde el 7,17% del Dow Jones al 9,74% del Nasdaq.
En Europa también ha habido importantes incrementos, con el Ibex 35, por ejemplo, subiendo un 6,05%, lo que representa el mejor mes de enero desde 2011. No es que los riesgos se hayan disipado, (sigue el temor a una desaceleración económica en Estados Unidos, Italia ha entrado técnicamente en recesión, en el Brexit no se ha cerrado ningún acuerdo y sigue el temor a “una salida dura” del Reino Unido, El BCE y la FED asumen un discurso más suave de política monetaria…), pero se ha aprovechado el cambio de año para depurar en parte la dramática caída de la renta variable de finales de 2018.
En cuanto a la renta fija, la deuda pública de gobierno ha visto cómo seguían bajando la rentabilidad de la deuda pública, tanto en Estados Unidos, como en los países centrales europeos, como en los periféricos. La deuda corporativa también ha empezado el año fuerte, produciéndose una significativa reducción de los diferenciales de crédito. Por último, en el mercado de divisas el euro se ha mostrado débil, destacando en el lado positivo la libra (a pesar de los problemas políticos del país) y el renminbi chino, con subidas por encima del 2,75% frente a la moneda única.