Finalmente, el miedo a la inflación (que se está demostrando real y que según las FED de Dallas podría llegar al 2,4% en USA), a la subida del precio del petróleo y a la de la rentabilidad de la deuda estadounidense no ha conseguido estropear un mes que ha sido bueno para las bolsas, especialmente las europeas, que se han visto lideradas por las compañías exportadoras y con el Dax y el Dow Jones marcando nuevamente máximos históricos. Es el índice alemán el que mejor comportamiento ha tenido, subiendo un 8,86% y con el Eurostoxx 50 haciéndolo un 7,78% viéndose ambos favorecidos por la devaluación del euro. En Estados Unidos, las bolsas se movían entre el 6,62% del Dow Jones y el 0,41% del Nasdaq, poniéndose de manifiesto que a los valores industriales les va mejor esta nueva situación que a los tecnológicos. En Asia, el mes fue más tranquilo, con el Nikkei subiendo apenas un 0,73%.