Durante el último mes, la atención de los mercados se ha centrado en las negociaciones entre demócratas y republicanos en Estados Unidos para aumentar el techo de la deuda y evitar una suspensión de pagos del país. Afortunadamente, estas negociaciones…
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Es probable que lleve desde el pasado 8 de marzo escuchando hablar de la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB), la primera quiebra bancaria en Estados Unidos desde la crisis financiera del 2008. Aunque su rescate ha contagiado al resto del sector financiero mundial generando fuertes descensos en los mercados bursátiles y llevándose por delante a otras dos entidades bancarias ligadas a las criptomonedas (Silvergate Capital y Signature Bank), veamos a continuación de manera sencilla por qué la quiebra de SVB ni es un problema repentino ni ha de recordarnos a las quiebras del sector bancario del año 2008.
Junio mantuvo la tendencia alcista bursátil, si bien hubo bastantes divergencias. El aumento de la inflación, sobre todo en Estados Unidos, y los mensajes desde la FED y en menor medida desde el BCE en donde habla de un adelanto del “tapering”, no consiguieron poner nerviosas a las bolsas, que únicamente se vieron resentidas en momentos en los que la evolución de la variante Delta del Covid 19 alertó de la posibilidad de la vuelta de mayores restricciones en bastantes países. Sin embargo, las subidas no fueron homogéneas, con sectores como el financiero dejándose bastante terreno y con índices en negativo.
El Covid y el mal de altura (en el caso de Estados Unidos) han marcado el mes de septiembre bursátil con un significativo incremento de la volatilidad. En el tema sanitario ha habido un aumento global de contagios, superándose ya el millón de fallecidos, provocando que bastantes países estén tomando medidas más restrictivas. Además, las previsiones más optimistas sobre vacunas se han visto desmentidas.
El viernes se cerró la semana con una toma de beneficios generalizada en las bolsas que servía para consolidar los nuevos niveles conquistados por los índices en el inicio de año, además de devolver la tranquilidad y cierto optimismo que se había perdido en el último trimestre de 2018. Las subidas han sido más fuertes en esta ocasión en Asia y América gracias al avance de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y al buen comportamiento de Amazon. En renta fija, continúa el aumento de la rentabilidad de la deuda pública en Estados Unidos y los países «core» europeos, mientras que se reduce en los periféricos, dando un efecto neutro semanal en Europa. La deuda corporativa se recupera ligeramente tras disminuir los diferenciales de crédito. En el mercado de divas, por último, el euro ha comenzado fuerte, aunque esta semana le baten la libra y el yuan.
El efecto del acuerdo comercial entre Canadá, Estados Unidos y Méjico ha durado poco y las bolsas han vuelto de nuevo a los números rojos el pasado martes, con Italia de fondo, pero sobre todo con la subida de la rentabilidad de la deuda norteamericana. Los tipos a diez años pasaban ampliamente del 3% hasta situarse en el 3,23%, niveles no vistos desde 2011 y empiezan a sembrar dudas en la bolsa estadounidense y en Europa preocupa que se produzca un efecto contagio. Los índices volvieron a ceder, con retrocesos incluso por encima del 2%. En renta fija, la subida de rentabilidades ha sido generalizada en todos los países y el mercado bajista también se ha trasladado a la deuda corporativa, que veía como caían los diferenciales de crédito.
Semana en la que han predominado las subidas bursátiles de la mano de las tranquilizadoras palabras del presidente de la FED sobre la fortaleza de la economía estadounidense y el impacto positivo que pueden tener las bajadas de impuestos de Trump en los próximos años. Además, en lo que llevamos de presentación de resultados, están dominando claramente las compañías que presentan mejor de lo esperado. Sin embargo, de nuevo vuelve Trump a sembrar la incertidumbre, con el anuncio de una nueva ronda de aranceles para China y desafortunadas declaraciones contra China, la Unión Europea y el propio Powell.
En renta fija, semana negativa, con subidas en la rentabilidad de la deuda pública y caídas en la deuda corporativa tras seguir subiendo los diferenciales de crédito.
No todo es malo: las automovilísticas europeas podrían salir beneficiadas
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Tras la recuperación de las anteriores sesiones, sobre todo de la mano de los discursos de los bancos centrales, los mercados bursátiles han vuelto a registrar importantes caídas de la mano de la tensión comercial de Estados Unidos con China y, en menor medida, con Europa y sus actuales socios del NAFTA. Curiosamente, han resultado más perjudicadas las bolsas europeas y asiáticas que las norteamericanas, con el Nasdaq marcando nuevos máximos históricos, aunque el Dow Jones ha registrado ocho sesiones consecutivas de pérdidas.
En renta fija se han producido bajadas en la rentabilidad de los principales países, como Estados Unidos o Alemania, al funcionar como refugio frente a la renta variable, mientras que subían en los periféricos. La deuda corporativa, por su parte, continúa con el movimiento alcista. En cuanto al mercado de divisas, el euro ha comenzado a recuperarse frente a monedas como el dólar, la libra o el yuan.
Sémelas añade el carácter predecible de las cuentas de las dos empresas, de forma que «mantendría y, potencialmente, incrementaría la exposición a ambos».
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