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Durante la semana se ha apaciguado la guerra comercial entre Estados Unidos y China, proponiendo este último país una mayor apertura a la inversión extranjera. Sin embargo, se han abierto nuevos frentes, con Rusia y Siria conectados en el ámbito geopolítico, el petróleo cotizando a precios no vistos desde 2014 y las actas de la FED desvelando que podría haber cuatro subidas de tipos este año. A pesar de las incertidumbres, las bolsas continúan al alza y han terminado con incrementos próximos o superiores al 1%.

En renta fija se mantiene el aumento de la rentabilidad de la deuda pública, especialmente en Estados Unidos, mientras que la deuda corporativa se recupera gracias a la disminución de los diferenciales de crédito.

En cuanto al mercado de divisas, el euro sigue fuerte, aunque no tanto como la libra, y el franco suizo marca mínimos de tres años.

Extraña semana bursátil la vivida, especialmente en Estados Unidos, con varios días con subidas o bajadas por encima del 1% y marcada por las declaraciones cruzadas entre China y Estados Unidos a cuenta de la guerra comercial en la que están enzarzados y el establecimiento de nuevos aranceles. Los más perjudicados han sido los índices norteamericanos, con descensos superiores al 1%. En Europa, por su parte, la mayoría de los índices se revalorizaban por encima del 1%, desmarcándose esta vez de los problemas estadounidenses. La renta fija norteamericana también ha tenido un mal comportamiento, con subida de la rentabilidad de la deuda pública y caída de precios en la corporativa, mientras en algunos países europeos como Alemania su deuda ha funcionado como refugio.

A pesar de que la semana comenzó mal, marcando las bolsas nuevos mínimos anuales, finalmente se ha podido reconducir de la mano de una menor tensión en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, registrándose subidas por encima del 1,5% e incluso del 2%.

Sin embargo, este repunte no ha sido suficiente para enjugar las pérdidas de la pasada semana y se cierra un mes de marzo con caídas superiores al 2% y un primer trimestre muy negativo para los índices bursátiles.

En renta fija vuelve a disminuir la rentabilidad de la deuda pública a ambos lados del Atlántico y suben los precios de la deuda corporativa, aunque igual que en la renta variable deja al mercado de crédito en negativo, tanto en el mes como en el trimestre.

Semana muy negativa para la renta variable europea, así como para la americana y la asiática. Las caídas iniciales no pudieron compensarse con el mensaje de la FED, que después de la subida de tipos del miércoles solo avanzaba otras dos este año. Sin embargo, las caídas se aceleraron a raíz de la guerra comercial entre Trump y China, en la que el presidente americano amenazaba con la implementación de nuevos aranceles y China denunciaba a EE. UU. frente a la OMC.

La renta fija se dio un respiro, con caída de rentabilidades (aumento de precio) de la deuda pública en casi todos los países, especialmente después de la reunión de la FED, mientras que la deuda corporativa apenas tiene movimientos significativos.

Por último, en el mercado de divisas el euro cede terreno frente a las principales monedas, excepto con el dólar, que se ha mostrado como la más débil esta semana.

Semana en la que el mercado de renta variable ha terminado en positivo en Europa, pero sin fuerza alguna y con la mayoría de los días los índices yendo de más a menos. Lo más significativo ha sido la reunión del BCE, en la que ha desaparecido la coletilla de que la compra de activos se alargaría si fuese necesario, dando a entender que la subida de tipos llegará antes o después, pero que se avisará con tiempo. En Estados Unidos, el temor a los aranceles de Trump ha propiciado caídas en las bolsas por encima del punto porcentual. En renta fija, cae la rentabilidad de la deuda pública. Especialmente significativo ha sido el caso alemán, ya que el descenso ha sido el mayor en una semana en los últimos siete meses. Por último, el euro sigue débil y cede terreno frente a las principales divisas, siendo especialmente significativo frente a la libra (-0,78%).

La semana bursátil no pintaba nada bien después de las caídas acumuladas, del resultado de las elecciones italianas y de los «aranceles Trump» que ya estaban tomando cuerpo. Sin embargo, las compras poco a poco se iban imponiendo, acelerándose a finales de semana tras la reunión del BCE y tras el buen dato de empleo en Estados Unidos. Finalmente, la mayoría de los índices terminaron con subidas superiores al 2,5% e incluso al 3,5%. En renta fija no ha habido muchas novedades, con los índices casi planos, si bien vuelve a subir la rentabilidad de la deuda pública estadounidense y se ha registrado un aumento en los diferenciales de crédito. En el mercado de divisas el euro no tuvo movimientos significativos, aunque cedió ligeramente frente al dólar y a la libra.

Las comparecencias de Jerome Powel ante el Congreso y el Senado de EE. UU. fueron los protagonistas de la semana pasada. El presidente de la Reserva Federal daba una visión optimista sobre la economia y la inflacción del país, con la continuación de la estrategia de reducción de liquidez y ajustes de tipos. Esto enfriaba de nuevo a los mercados, borrando prácticamente las subidas de la semana pasada y volviendo a incrementar los Índices de volatilidad. Por otro lado, Trump anunciaba la imposición de aranceles a la importación de China de acero y la posibilidad de exterdese a otros paises y a otros productos provocó nerviosismo en los mercados. En Europa, por otro lado, las confianzas empeoraban por segundo mes consecutivos, aunque se mantenian en niveles muy altos.

Por primera vez en las últimas semanas las bolsas no se han comportado de la misma forma y hemos visto cierres mixtos, tanto diarios como semanales, influyendo más las noticias micro y macro de los índices que los movimientos del mercado. Así, en Estados Unidos, a pesar de la volatilidad, vuelve la confianza tras corroborar distintos miembros de la FED que no se va a acelerar el ritmo de subidas de tipos, mientras que los beneficios por acción suben al ritmo más alto de los últimos siete años. En España, por su parte, el Ibex cierra en negativo tras malas noticias y bajadas de recomendación sobre Inditex. En renta fija baja la rentabilidad de la deuda en Estados Unidos y Alemania, y sube en los periféricos, mientras que la deuda corporativa se recupera. Por último, en el mercado de divisas el euro sigue débil, y en esta ocasión también frente al dólar, moneda con la que cae un 0,93%.

La sobreventa que había afectado a las bolsas en las últimas sesiones ha propiciado que se haya producido un importante rebote en los índices, especialmente en los norteamericanos, de la mano sobre todo de los buenos datos micro de las compañías que presentan resultados. El elevado dato de inflación, por encima de lo esperado, que podía dejar entrever un mayor número de subidas de tipos este año, finalmente no ha sido impedimento para las subidas en las bolsas. En renta fija, subidas en la rentabilidad de la deuda pública americana y bajadas en la europea, pero todo debido al impulso del viernes. La deuda corporativa se recupera después de que se reduzcan los diferenciales de crédito. Por último, el euro continúa débil, aunque más débil está el dólar, moneda con la que se revalorizó un 1,30% semanal.

La semana pasada volvía a estar marcada por la volatilidad, que superaba los niveles no vistos desde 2010, llegando a tocar el nivel 50,3%. Por lo tanto, se convertía en otra pésima semana para la bolsa, siendo la peor desde el Brexit y con todos los índices cayendo por encima de un -5%. No obstante, varios miembros de la FED hacían llegar mensajes de calma, argumentando que nada había cambiado tras el cambio del presidente y que esta corrección era algo normal en el mercado.